Skip to main content

Carrito

Los griegos fueron los primeros en calcular la distancia entre la Luna y la Tierra. En concreto, Aristarco de Samos fue el pionero y, su método sirvió para que, años más tarde, Eratóstenes diera una cifra: la Luna estaba a 384.000 kilómetros aproximadamente.

Hoy, sabemos que la Luna está a una distancia media de 384.400 kilómetros (es la distancia media porque nuestro satélite se acerca y se aleja de la Tierra en su órbita). Es decir, en el año 150 a.C. los griegos ya habían conseguido calcular una cifra con un margen de error bastante pequeño. Pero, ¿cómo logramos, en la actualidad, el dato exacto?  ¡Sigue leyendo para descubrir cómo lo hemos conseguido!

¿Cómo conseguimos el dato exacto?

Todo el mundo recuerda la primera vez que el hombre pisó la Luna, la famosa huella sobre el regolito lunar y cómo Neil Armstrong y Buzz Aldrin colocaron la bandera estadounidense. Pero, ¿sabías que durante esas misiones se llevaron a cabo experimentos que los investigadores siguen utilizando a día de hoy?

Para contestar la pregunta que nos planteamos en este post, hay que agradecer a las misiones Apolo que, entre otras cosas, colocaron espejos en la superficie lunar. Estos espejos retrorreflectores reflejan la luz de vuelta a su fuente con un mínimo de dispersión. ¿Para qué? En resumen, un telescopio situado en la Tierra “dispara” un rayo láser, rebota en uno de los espejos y su luz regresa a la Tierra. De este modo, sabiendo que la luz viaja a 300.000 kilómetros por segundo, somos capaces de medir la distancia que nos separa (en ese momento) de la Luna y monitorizar con precisión el movimiento del satélite alrededor de la Tierra. ¡Tachán! De esta forma obtenemos un dato con una precisión ¡sorprendente!

Una parte del espejo retrorreflector del Apolo 15. Imagen: NASA


En la siguiente imagen se pueden ver las cinco localizaciones en las que se encuentran los reflectores, siendo los lugares marcados con “A”, los lugares de las misiones Apolo 11 (1969), Apolo 14 (1971) y Apolo 15 (1971), y los marcados con “L” los rovers soviéticos Lunokhod 1 (1970) y Lunokhod 2 (1973).

Imagen: NASA


Probablemente, este es el experimento más longevo que ha desarrollado la NASA ya que lleva activo ¡más de 50 años! Pero, si ya sabemos la distancia que hay entre la Tierra y la Luna, ¿por qué seguimos disparando rayos láseres?

¿Por qué seguimos usando los espejos de la Luna?

La respuesta es sencilla: la Luna se mueve. Por lo tanto, si medimos la distancia hoy y la medimos en una semana, esta no será la misma.

Y, ¿por qué medirla durante 50 años? Este experimento no solamente nos ha dado los kilómetros exactos que hay entre la Tierra y la Luna, ha servido para estudiar la gravedad y hacer un gran descubrimiento: la Luna se aleja de la Tierra unos 3,8 cm al año.  Si quieres saber el por qué de esta separación y cómo nos afectará, no te pierdas nuestro artículo La Luna se aleja de la Tierra”.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.