Los griegos fueron los primeros en calcular la distancia entre la Luna y la Tierra. En concreto, Aristarco de Samos fue el pionero y, su método sirvió para que, años más tarde, Eratóstenes diera una cifra: la Luna estaba a 384.000 kilómetros aproximadamente.
Hoy, sabemos que la Luna está a una distancia media de 384.400 kilómetros (es la distancia media porque nuestro satélite se acerca y se aleja de la Tierra en su órbita). Es decir, en el año 150 a.C. los griegos ya habían conseguido calcular una cifra con un margen de error bastante pequeño. Pero, ¿cómo logramos, en la actualidad, el dato exacto? ¡Sigue leyendo para descubrir cómo lo hemos conseguido!