Impresión artística de la superficie del posible exoplaneta. Imagen: ESA
Barnard b tendría
una masa 3,2 veces mayor que la terrestre como mínimo y una
temperatura de 170 grados bajo cero, según los datos obtenidos por los telescopios. Lo curioso es que, a pesar de las condiciones aparentemente hostiles, el equipo de astrofísicos de la Universidad Villanova (Pensilvania)
plantearon la posibilidad de encontrar vida en este lugar. ¿Cómo? A pesar de la baja temperatura en el exterior, se sospecha que podría existir agua subterránea en la que pueden darse condiciones para la vida. Todo dependería de su tamaño: si se confirma la teoría inicial de que tiene 3,2 veces la masa terrestre, sería lo que denominamos una “supertierra” y podría albergar vida. Sin embargo, si la investigación descubriera que la masa es mayor (siete u ocho veces mayor que la terrestre), se clasificaría como “gigante gaseoso” y, hasta el momento, se mantiene la teoría de que ningún organismo puede desarrollarse en un planeta con esas características.
En términos de su órbita, es el exoplaneta descubierto que más se parece a nuestra Tierra.