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Carrito

Este mes continuamos avanzando por el cielo de invierno. Tal como comentábamos el mes pasado, todavía nos encontramos mirando en una dirección bastante perpendicular al plano de nuestra galaxia, lo que condiciona qué tipos de objetos vamos a poder observar.

Estas fechas son un buen momento para fijarnos en  algunos cúmulos abiertos, y como este Febrero no nos trae demasiadas cosas que contaros, vamos a aprovechar para sugeriros algunos y explicaros dónde encontrarlos. Algunos de ellos se pueden observar a simple vista, pero para la mayoría lo más recomendable es utilizar unos prismáticos o un telescopio pequeño con un ocular que nos de pocos aumentos.

Durante la primera quincena, entre el anochecer y la medianoche,  encontraremos bastante altas en el cielo las constelaciones de Tauro, Geminis y Cáncer. Vamos a proponeros varios objetos, teniendo en cuenta el orden en el que irán ganando altura y tomando como referencia la latitud de Madrid (40ºN), que los disfrutéis.

Antes de empezar vamos a describir brevemente el trozo de cielo por el que vamos a navegar. Una vez ha terminado de anochecer debemos localizar el horizonte Sur. Si no tenemos grandes elementos que obstaculicen nuestra visión debe de resultar una tarea muy sencilla, porque contamos con varias ayudas para identificarlo sin lugar a dudas.

Constelaciones y estrellas durante febrero 2016:

La primera de ellas, y quizá la más fácil de localizar, ya que es visible incluso desde los cielos contaminados y luminosos de Madrid, es el asterismo conocido como el cinturón de Orión, formado por tres estrellas que forman una línea recta perfecta y aparecen inclinadas en diagonal respecto al horizonte. Estas tres estrellas nos van a permitir identificar la constelación de Orión, que representa a un cazador. Sobre uno de sus hombros encontramos a Betelgeuse, un estrella de tipo supergigante roja, fácilmente reconocible por su tono rojizo-anaranjado. Si extendemos el brazo derecho con la palma completamente extendida podemos colocar el meñique sobre Betelgeuse y buscar cerca de nuestro pulgar otra estrella que tiene prácticamente el mismo brillo, pero es de color blanco-amarillento. Se trata de Proción, en la constelación de Canis Minor y junto a Betelgeuse forma parte de otro famoso asterismo; el triángulo de invierno. Ya sólo nos queda el vértice inferior del triángulo, formado por Sirio, en la constelación de Canis Major, es la estrella más brillante de todo el cielo observable desde la Tierra y tiene un tono azulado. Es muy fácil de encontrar si seguimos mentalmente la línea que forman las tres estrellas del cinturón de Orión en dirección SE.

Triángulo de invierno, Cinturón de Orión y guía visual hasta Tauro

Triángulo de invierno, Cinturón de Orión y guía visual hasta Tauro

Ahora que hemos localizado el triángulo de invierno vamos con las otras constelaciones. Si prolongamos hacia arriba la línea imaginaria que trazan las tres estrellas del cinturón de Orión llegaremos a la constelación de Tauro. Lo primero que vamos a apreciar es una estructura en forma de “V” tumbada, son las Híades, el cúmulo abierto más cercano al  Sistema Solar, también conocido como Melotte 25 o Collinder 50. En uno de sus extremos nos encontramos con una estrella bastante brillante y anaranjada, se trata de Aldebarán, la estrella más brillante de Tauro que en realidad no forma parte del cúmulo al encontrarse aproximadamente a la mitad de distancia de nosotros que el resto.

Cúmulos de Tauro

Cúmulos de Tauro: Las Híades y las Pléyades

Si seguimos prolongando esa línea imaginaria trazada desde Orión nos vamos a encontrar con otro de los cúmulos abiertos más conocidos: las Pléyades (M45). Se observa a simple vista sin dificultad y con unos prismáticos de pocos aumentos podremos distinguir perfectamente al menos 7 estrellas de un precioso color blanco-azulado.

Visión de las Pléyades desde unos prismáticos 15x70

Visión de las Pléyades desde unos prismáticos 15×70

Para encontrar el siguiente objeto debemos movernos a la constelación de Géminis, que vamos a encontrar sin dificultad a la izquierda de Tauro y justo encima del lado del triángulo de invierno que forman Proción y Betelgeuse. La dos estrellas más brillantes son Cástor y Póllux, que representan las cabezas de los dos gemelos. Un poco por encima de Tejat Prior, la estrella que representa el pie delantero de Castor, encontramos M35, un cúmulo estelar bastante homogéneo  con apariencia circular y un tamaño angular similar al de la Luna llena.

Localización de M35 y vista ampliada

Localización de M35 y vista ampliada

Continuamos desplazándonos en el cielo hacia la izquierda para llegar a la constelación de Cáncer, donde justo entre sus dos estrellas principales, nos espera M44, el Cúmulo de la colmena, también conocido como El Pesebre. Presenta su mejor aspecto con prismáticos, donde apreciaremos con facilidad las diferentes tonalidades de las estrellas que forman el cúmulo. A simple vista sólo veremos una pequeña mancha neblinosa (en un cielo suficientemente oscuro) y con un telescopio no podremos observarlo completo al reducirse el campo de visión aparente debido a los aumentos.

Cumulo de la Colmena desde unos prismáticos de 15×70

Dejamos para el final un bonito cúmulo abierto en la constelación de Canis Major. Al igual que los anteriores objetos es bastante fácil de localizar, ya que se encuentra aproximadamente a cuatro grados hacia el Sur desde Sirio, así que tan sólo tenemos que estirar de nuevo el brazo con la mano en horizontal. dejando visibles tan sólo los dedos índice, corazón y anular. Si colocamos el dedo anular sobre Sirio vamos a encontrar nuestro cúmulo a la altura del dedo índice. En cielos oscuros y sin Luna se puede apreciar a simple vista como una débil mancha grisácea. Se trata de M41, que nos desvelará un festín de estrellas de distintos colores que nos van a mantener un buen rato con los prismáticos pegados a la cara.

Cúmulo abierto de M41

Cúmulo abierto de M41

Efemérides Astronómicas durante febrero 2016:

De momento esta es nuestra propuesta, a continuación os presentamos las efemérides más importantes del mes, no olvidéis abrigaros bien y que tengáis cielos claros.

Jueves 4 de Febrero: Máxima extensión iluminada de Mercurio.

Sábado 6 de Febrero: Poco antes del amanecer podéis disfrutar una bonita conjunción formada por Venus y la Luna en un avanzadisimo cuarto menguante. Imprescindible contar con una vista despejada en dirección SE, ya que se encontrarán muy cerca del horizonte. Junto a la conjunción podemos disfrutar de nuevo del alineamiento planetario que vamos a conservar hasta bien avanzado mes.

Conjunción Luna-Venus y alineamiento planetario

Conjunción Luna-Venus y alineamiento planetario

Domingo 7 de Febrero: Mercurio en máxima elongación Oeste.

Lunes 8 de Febrero: Máximo de la lluvia de meteoros Alfa-Centáuridas, con actividad comprendida entre el 28 de Enero y el 21 de Febrero. Tiene el radiante en la constelación de Centauro y para la latitud  40ºN queda por debajo del horizonte en dirección SE. Tiene una THZ variable de entre 5 y 20 meteoros por hora, pero merece la pena tenerla en cuenta porque suele producir meteoros rápidos y brillantes que dejan largas estelas. Además ese día nuestro satélite natural se encuentra en fase de Luna nueva.

Jueves 11 de Febrero: Luna en el perigeo. Distancia geocéntrica 364360 Km, iluminación 8.5%.

Viernes 12 de Febrero: Urano a 2.51ºN de la Luna, para nuestra latitud queda por debajo del horizonte.

Lunes 15 de Febrero: Luna en cuarto creciente.

Domingo 21 de Febrero: Mercurio en el afelio.

Lunes 22 de Febrero: Luna llena.

Miércoles 24 de Febrero: Conjunción Luna-Júpiter.

Conjunción de la Luna y Júpiter

Conjunción de la Luna y Júpiter

Sábado 27 de Febrero: Luna en el apogeo. Distancia geocéntrica 405383 Km, iluminación de 83.4%.

Y con esto terminamos el mes. Como habéis podido ver, dejando de lado la alineación planetaria, que nos acompañará sobre todo en la primera semana ya que luego se extiende mucho en el cielo y pierde vistosidad, nos encontramos con un mes un tanto anodino desde el punto de vista de conjunciones y otros fenómenos que se producen de forma puntual.

Sin embargo sería un error pensar que el cielo de este mes carece de interés, ya que está lleno de objetos interesantes para observar y, si la climatología acompaña, podemos encontrar cielos con muy buenas condiciones de observación.

Desde aquí os hemos lanzado algunas propuestas, os animamos a que exploréis para descubrir el montón de tesoros que esconde el cielo de invierno.

Un saludo y hasta pronto.

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