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Carrito

¿No has observado nunca a través de un telescopio? ¿Te han regalado un telescopio y no sabes qué puedes ver con él? Mucha gente se lleva una gran desilusión al mirar por un telescopio por primera vez porque piensan observar imágenes como las que aparecen en televisión. Otros en cambio no pueden evitar soltar una exclamación al observar objetos que están a millones de años luz de nosotros. En las próximas líneas vamos a intentar explicarte un poco qué puedes observar con un telescopio y cómo debes mirar a través de él.

¿Qué puedo ver con un telescopio?

Antes de todo debemos aclarar que lo que podamos observar a través de un telescopio dependerá mucho de su diseño (reflector, refractor, …), su tamaño y la calidad de las ópticas. No vamos a entrar en demasiados detalles y en este artículo tomaremos como referencia un telescopio Newton 150/750. Obviamente con telescopios más grandes podremos observar más cosas y con mayor detalle. Las fotografías que ilustran este artículo intentan reflejar la imagen real que obtendremos con dicho telescopio pero ten en cuenta que es muy difícil comparar la imagen real con la de una fotografía.

Observación lunar

luna con telescopio

El objeto celeste más sencillo de observar con un telescopio es la Luna, por su tamaño y brillo. Para ello es recomendable hacerlo durante fases crecientes o menguantes, siendo el plenilunio el peor momento para observar nuestro satélite. Un filtro lunar o unas gafas de sol nos ayudarán a reducir el brillo que la Luna refleja y puede molestarnos durante la observación.

En la Luna podemos observar sus accidentes geográficos: mares, valles, montes, picos, cráteres, acantilados… En este artículo sobre geografía lunar explicamos estos accidentes geográficos con detenimiento. Lo más recomendable es que te centres en el terminador (la zona que separa la parte iluminada de la parte oscura de la Luna), ya que es donde mejor se observan los detalles de sombras y contraluces que nos pueden dar una mayor sensación de tridimensionalidad.

En definitiva, la Luna no deja indiferente a nadie, y a grandes aumentos podemos observar un montón de detalles, que nos garantizarán horas y horas de observación.

Observación planetaria

De todos los planetas de nuestro Sistema Solar solo unos poco son asequibles para la observación con nuestro telescopio. El resto se observarán como diminutos puntitos fácilmente confundibles con pequeñas estrellas aunque encontrar estos últimos también pueden suponer un divertido reto. Un factor muy importante durante la observación planetaria es la estabilidad y la transparencia de nuestra atmósfera. Dependiendo de estos dos valores algunos detalles de los planetas pueden quedarnos ocultos. Además, sin suficiente estabilidad atmosférica notarás que la imagen “baila” en el ocular, como si estuviéramos mirando a través de una corriente de agua. Otro factor que puede mejorar la observación planetaria es el uso de filtros de colores que aumentarán el contraste de la imagen.

Venus

Venus es observable al amanecer o al atardecer. A través del telescopio merece la pena que nos demos cuenta de su albedo (capacidad de reflexión de la luz) debido a la atmósfera de gases que lo rodea. Podremos observar también fases similares a las lunares dependiendo de la época del año.

Marte

Marte es un planeta que merece la pena observar durante sus oposiciones ( cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y el otro planeta) ya que es cuando más cerca se encuentra de nosotros. Las oposiciones marcianas ocurren cada 2 años aproximadamente (la próxima será en 2012) y es posible observar los casquetes polares de color blanquecino, la superficie marrón del planeta y si hay mucha estabilidad atmosférica una zona más oscura de Syrtis Major o la más clara de Hellas.

Júpiter

Júpiter es junto a Saturno el planeta que más admiración genera. Es el mayor planeta de nuestro Sistema Solar y durante su contemplación observaremos cambios en la superficie de su atmósfera en muy poco tiempo debido a su alta velocidad de rotación. Podremos observar sin problemas las bandas jovianas y posiblemente la Gran Mancha Roja si contamos con una buena estabilidad atmosférica. También es posible observar los satélites galileanos y los tránsitos de los que ya hablamos en este blog anteriormente.

Saturno

Saturno destaca por sus majestuosos anillos. La inclinación de estos con respecto a nosotros varía con el tiempo por lo que un divertido ejercicio puede ser comparar su inclinación de un mes a otro. En una noche estable y clara es posible que podamos observar la División de Cassini que se encuentra entre los anillo. En su atmósfera también se producen tormentas en ocasiones, como las que podemos ver en Júpiter. Algunos satélites de Saturno también se pueden ver a través de nuestro telescopio.

Continúa descubriendo qué se puede ver por un telescopio con la parte II de este artículo. O descubre por ti mismo qué se puede con un telescopio en una de nuestras observaciones astronómicas.

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