La Iniciativa Starlight (La Luz de las Estrellas) se concibe como una campaña internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la observación de la estrellas, luchando directamente contra el gran problema que supone la Contaminación Lumínica de nuestros cielos. Este proyecto internacional, iniciado en 2007, pretende reforzar la importancia que los cielos nocturnos limpios tienen para la humanidad, dando a conocer el valor que este patrimonio en peligro posee para la ciencia, la educación, la cultura, el medio ambiente y el turismo. La iniciativa cuenta con el respaldo de importantes organismos internacionales como el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), la Unión Astronómica Internacional (IAU) e incluso de la UNESCO.
Reservas Starlight
En la actualidad existen en el mundo tan sólo 5 regiones que cuenten con el sello Starlight, entre las que se encuentran enclaves tan importantes para la astronomía como el Desierto de Atacama (Chile), el Mauna Kea (Hawaii) y las Islas Canarias (España). Sin embargo, en la actualidad encontramos varias regiones en trámites para recibir el sello Starlight. Sin salir de España podemos encontrar sumergidos en estos trámites al Parque Nacional de Monfragüe y a la Sierra de Gredos.
España, un lugar para observar las estrellas
En nuestro país sufrimos grandes contrastes en este sentido. Encontramos grandes ciudades como Madrid, que es de las más contaminantes (lumínicamente) de Europa, y enclaves tan magníficos para la observación astronómica como Monfragüe, Gredos, el Montseny, etc. Además, contamos con uno de los pocos lugares del planeta con una efectiva legislación sobre el cielo nocturno: las Islas Canarias, que desde 1988 cuentan con una Ley de Protección del Cielo. Con un escenario preocupante, con un nivel de Contaminación Lumínica en constante aumento, las iniciativas como esta cobran más importancia que nunca. No podemos permitir que las grandes ciudades y el desconocimiento y falta de concienciación de la población y los gobiernos destruyan este patrimonio natural. Debemos concienciar a la población, pero también a los empresarios y hoteleros, del gran valor añadido que supone un cielo limpio y libre contaminación lumínica, convirtiendo a la astronomía en un motor de desarrollo del turismo en nuestro país y en el mundo.