Este próximo fin de semana, la noche del 5 de mayo, la Luna se encontrará en perigeo, su menor distancia a la Tierra durante su órbita alrededor de ésta (la órbita de la Luna no es circular), pero este mes además el perigeo será el mayor en todo 2012 ( la Luna estará a “tan solo” 356,955 kilómetros sobre nuestras cabezas) lo que hace que algunos medios de comunicación hablen de una “superluna“. En realidad el fenómeno no es para tanto. El año pasado vimos uno de los mayores apogeos lunares de las últimas décadas y, sinceramente, a ojo desnudo, apenas se notaba la diferencia con la Luna de otras noches. Lo que ocurre es que somos fácilmente sugestionables y si nos dicen que vamos a ver una Luna muy grande es posible que nos lo creamos y realmente veamos una “superluna”, aunque hay otro efecto óptico que juega en nuestra contra.
Ilusión Lunar
Seguramente alguna vez has visto la Luna más grande de lo normal, apareciendo por el horizonte con un tono rojizo muy peculiar. ¿Por qué se produce este fenómeno? ¿Es la atmósfera de la Tierra que actúa como una lupa y agranda los objetos? Siento defraudarte, querido lector, pero tu cerebro te ha jugado una mala pasada. La Luna tiene el mismo tamaño real en el horizonte y en el cenit, pero nuestro cerebro nos hace creer que esto no es así. Es todo producto de una ilusión óptica.
Si bien es cierto que el peculiar color rojizo si es causado por nuestra atmósfera ( conocido como efecto Rayleigh ), el hecho de que veamos la Luna más grande en el horizonte que en el cenit corresponde totalmente a una ilusión óptica conocida como ilusión lunar. Este efecto también se produce con el Sol, si bien es menos conocido porque casi nunca tenemos ocasión de observar el Sol cuando está en el cenit (salvo cuando usamos gafas específicas con filtros solares como las que usamos en los eclipses).
Aunque la causa de la ilusión lunar no está totalmente identificada parece ser que nuestro cerebro nos juega malas pasadas con el tamaño aparente de los objetos cuando no estamos muy seguros de su distancia real. Es lo que ocurre también en la Ilusión de Ponzo. Por este motivo cuando observamos la Luna en el horizonte y tenemos como referencia objetos conocidos como árboles o casas ésta nos resulta mucho más grande que cuando se encuentra en el cénit donde solo tenemos como referencia esos pequeños puntos de luz que son las estrellas.
¿No te he convencido? Bien, hay una forma de romper la ilusión lunar. La próxima vez que veas la Luna cercana al horizonte y te parezca muy grande pon los dedos de tu mano delante de tu ojo e intenta “pellizcarla†hasta tapar todos los objetos que tengas cerca y no te quede ninguna referencia. ¡Menudo chasco! ¿Verdad? Y si esto no es suficiente prueba a fotografiar la Luna cada 10 minutos de forma consecutiva durante su salida… será la prueba irrefutable de que tu cerebro te engaña.
Lo que sí es interesante es fotografiar la Luna durante su mayor apogeo y posteriormente durante el mayor perigeo, ahí sí que podemos comparar, sobre el papel, la diferencia de tamaño aparente de nuestro satélite, que gira sobre nosotros acercándose y alejándose más de lo que nos podemos imaginar.
Nosotros nos quedamos con las bonitas fotografías que se pueden obtener de la Luna cuando sale por el horizonte y sobre todo cuando se producen estos apogeos lunares aprovechamos para salir con nuestras cámaras e inmortalizar el momento. Para ello os recomendamos descargar el programa TPE ( http://photoephemeris.com/ ) con el que podréis calcular por donde sale el Sol o la Luna y buscar un bonito paisaje para conseguir una foto muy original.