El frío y la astronomía están íntimamente relacionados. Al ser ésta una actividad que se desarrolla principalmente por la noche es inevitable el tener que ir bien abrigados. En ésta época invernal las bajas temperaturas son además más acusadas pero no obstante os aseguramos que si vamos bien equipados no tenemos porqué pasar frío. En esto tenemos mucha experiencia y por ello os recomendamos en este artículo los consejos básicos para que estéis cómodos durante las observaciones.
¿Pero merece la pena ver el cielo en invierno con el frío que hace? Rotundamente sí. En primer lugar en invierno la atmósfera suele estar algo más limpia y transparente. Además anochece antes y no hay que trasnochar tanto por lo que la vuelta a casa en coche es más cómoda. Pero es que además hay una serie de constelaciones y objetos astronómicos que solo podemos observar en esta época del año o se nos muestran en su posición óptima (debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, del mismo modo que hay otros objetos que solo vemos en verano).
Así que tanto si tenéis alguno de los bonos de observación o pensáis acudir a nuestras astroescapadas o cursos de las próximas semanas abrigaos bien y no tengáis miedo, lo pasaréis en grande y podréis observar algunas maravillas como éstas:
- M42, la Nebulosa de Orión: La reina del cielo de invierno es sin duda la Nebulosa de Orión. Llamativa incluso con unos simples prismáticos se muestra majestuosa desde cielos oscuros a través de un telescopio. La nebulosidad de una luminosidad fascinante, casi fantasmagórica, las estrellas del trapecio… esta “cuna estelar” no pasa indiferente a los ojos de nadie. Os aseguramos una visión única que quedará grabada en vuestras retinas para siempre.
- M45, las Pléyades: Muy cerca de Orión encontramos la constelación de Tauro y este peculiar cúmulo de estrellas jóvenes asociadas a nebulosidad que seguro que hemos contemplado con curiosidad en alguna ocasión por su similitud con la constelación de la Osa Mayor pero en miniatura.
- Sirio: Esa brillante estrella en la constelación del Can Mayor no es otra que Sirio. Su brillo te deslumbrará a través del ocular pero a pesar de ser un sistema binario no esperes encontrar a Sirio B que queda eclipsada por su hermana mayor.
- M44, el Pesebre: Este hermoso cúmulo abierto nos fascinará por la belleza de sus componentes y la densidad del mismo.
Hay muchas más sorpresas pero no queremos desvelarlas todas. Tendréis que venir a verlas por vosotros mismos. Además tendremos como protagonista a Júpiter, que en estas fechas se muestra en una posición muy ventajosa para su observación. Y seguimos también muy pendientes de la evolución del cometa PANSTARRS que para marzo podría ofrecernos un espectáculo celeste inolvidable. ¿Te lo vas a perder?