Es habitual durante una observación astronómica sentir frío. Los aficionados a la astronomía nos pasamos muchas horas al aire libre, en el campo y sin movernos demasiado. La temperatura puede bajar drásticamente durante la noche y sorprendernos incluso durante el verano. Durante estos años realizando cursos de astronomía hemos visto como mucha gente no venía bien preparada para no pasar frío durante la noche, mientras que los monitores de nos mantenemos a gusto incluso en los días más fríos del invierno.
Aunque en otra ocasión ya hicimos un extenso tutorial sobre qué ropa llevar a una observación astronómica, esta vez queremos compartir con vosotros nuestros mejores trucos para no pasar frío.
Calienta manos reutilizables
Las manos son siempre lo primero que se nos queda frío por la noche. Muchas veces los guantes no son suficientes o incluso pueden que necesitamos quitárnoslos para manipular algún tornillo o coger alguna cosa. Para recuperar la sensibilidad en los dedos y mantener calientes las manos lo mejor son los calienta manos reutilizables. Estas bolsitas contienen una disolución de acetato sodio en agua y una chapita de metal, que al “chascarla” con los dedos desencadena una reacción química que eleva la temperatura de la mezcla hasta unos 50º, solidificándose el líquido del interior. Nos pueden proporcionar unos 30 minutos de calor intenso. ¡Y lo mejor es que son reutilizables! Basta con meterlos en agua hirviendo durante cinco minutos para que el contenido se vuelva líquido de nuevo y estén listos para la próxima ocasión.
Sin duda, los mejores que hemos probado son estos de Amazon. Aunque también podéis encontrar otros más baratos pero duran bastante menos tiempo.
Unas buenas botas: Moon Boots
Tener los pies fríos incrementa, sin duda, nuestra sensación de incomodidad. Para ello es recomendable utilizar unas buenas botas de montaña y doble calcetín. Pero si hablamos de unas buenas botas para mantener los pies calientes no podemos sino recomendaros las Moon Boots originales. Estas botas se hicieron famosas en los años 70 como botas de esquí, pero su peculiar aspectos y su gran calidad las han convertido en un objeto de deseo. Son impermeables y están forradas por dentro de una espuma que nos ayudará a mantener el calor incluso en las condiciones más adversas.
Las podéis encontrar en Amazon en todas las tallas y colores que os imaginéis.
Plantillas térmicas
Otra solución para mantener los pies calientes es utilizar unas plantillas calefactables. Son unas plantillas que se colocan en cualquier bota o zapato y que tienen una pequeña resistencia interior que nos permitirá mantener una buena temperatura y no sentir nada de frío. Hay que tener en cuenta que no emiten un calor excesivo (¡no queremos quemarnos los pies!), pero sí suficiente para estar cómodos durante unas 3 horas. Eso sí, lo importante para que nos duren muchas horas y nos arruinemos a base de pilas de un solo uso, es recomendable utilizar unas buenas pilas recargables como las famosas Eneloop de Panasonic. Con estas pilas y unas plantillas térmicas podremos alcanzar incluso 5 horas de comodidad si vas encendiendo y apagando las plantillas por intervalos.
Durante las observaciones nosotros utilizamos concretamente éstas, que se pueden recortar para cualquier talla de pie desde un 36 a un 46, aunque también hay otros modelos quizá mejores como éste.
Por supuesto, esto no son más que accesorios que deberían complementar un buen equipo de ropa térmica y por sí solos no nos resolverán el problema, pero son el accesorio ideal para las frías noches de observación o incluso para regalar a cualquier aficionado a la astronomía. ¡Seguro que lo agradecerá!