Tras una laaarga deliberación hemos decidido otorgar el galardón APOD: Lo mejor de Mayo 2015 a la fotografía publicada el día 11, de título El cielo desde Mauna Kea.
Nos ha gustado su composición y la sensación evocadora que produce y además nos da la excusa perfecta para comentar los distintos aspectos que recoge y es que, de noche, el cielo pude presentar mucho más color de lo que esperamos a simple vista.
También hemos añadido la funcionalidad que permite cambiar la foto al pasar el ratón por encima, así que tenéis una versión idéntica a la de la web de APOD.
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El cielo desde Mauna Kea
Crédito de imagen y copyright: Fotografía Shane Black. Anotación del rollover: Judy Schmidt
En la imagen, que se beneficia mucho con el formato panorámico elegido, podemos encontrar varias cosas distintas. En la base de la fotografía encontramos la cima del volcán Mauna Kea, desde donde se ha tomado la fotografía. Desde ahí hasta la línea del horizonte la fotografía avanza por un espectacular mar de nubes que llega hasta el horizonte, donde destacan las luces de una ciudad, la caldera del Volcán Kilauea y la Luna.
A partir de aquí comienza lo mejor:
1. Una Vía Láctea espectacular, que se extiende en vertical desde el Volcán Mauna Loa hasta el final de la foto.
2. Justo por encima del horizonte observamos una gran franja de color verde, se trata de un fenómeno conocido como luminiscencia atmosférica o Airglow, en la definición anglosajona.
A ojo desnudo y bajo buenas condiciones de cielo podemos percibirla como una mancha blanquecina, pero ese color verde o rojo en otras ocasiones sólo aparece en las fotografías de larga exposición. Aunque el aspecto es parecido al de las auroras boreales su origen es distinto. La información que hay en castellano en muchos sitios es incorrecta, pero Pablo de la Fuente lo explica de maravilla en el blog de Cielos Despejados.
3. Por encima de la Luna, a la derecha de la imagen podemos observar un resplandor poco definido con forma más o menos triangular, que no es otra cosa que la luz del Sol dispersada por las partículas de polvo que se encuentran en el plano de la eclíptica de nuestro Sistema Solar. Su nombre técnico es luz zodiacal, aunque a veces se refieren a él como falso amanecer.
Por último, al pasar el cursor por encima de la imagen, podemos ver cómo se denominan en la cultura aborigen algunas constelaciones y elementos del cielo, lo que nos recuerda que lo que imaginamos al mirar las estrellas está fuertemente condicionado por nuestra historia y nuestra cultura y donde nosotros vemos, por ejemplo, un escorpión, ellos ven el anzuelo de Maui, uno de los más famosos mitos de la cultura polinesia.
Bueno, como veis el cielo puede tener más colores de los que parece, y casi tantas historias escondidas como estrellas.