Hola a todos y bienvenidos de nuevo a las efemérides astronómicas de noviembre de 2025. No sé vosotros, pero yo todavía estoy luchando con los ajustes del último cambio horario. Más allá de que este cambio “adelanta” la noche una hora, lo que desde un punto de vista de nuestras observaciones casa mejor con la conciliación de cualquier otro aspecto en nuestras vidas, también nos acerca un poco más a la propuesta que el Sol nos hace a través de nuestros ciclos circadianos. Las últimas declaraciones del gobierno apuntan en la dirección de conservar este horario como el definitivo, ampliamente avalado por toneladas de evidencia científica. Esperemos que puedan sustanciar su propuesta en un cambio permanente, nuestra salud nos lo agradecerá.
El Telescopio Espacial James Webb vuelve a sorprendernos. En apenas unas semanas, ha protagonizado dos hallazgos que empujan los límites de nuestra comprensión del cosmos: uno nos remonta a los primeros instantes tras el Big Bang; el otro, a los ingredientes que podrían dar origen a la vida en otros mundos.
Mientras observaba una de las regiones más profundas del cielo, el James Webb detectó un objeto de luminosidad desconcertante. Los astrónomos lo han bautizado como Capotauro y, por ahora, su verdadera naturaleza sigue siendo un misterio.
Los modelos apuntan a dos escenarios fascinantes. Podría tratarse de la galaxia más antigua jamás observada, formada tan solo 100 millones de años después del Big Bang, o bien de una enana marrón ultrafría en el borde exterior de nuestra propia galaxia.
Cualquiera de las dos hipótesis supondría un reto para los modelos actuales de formación estelar y galáctica. Si Capotauro es una galaxia, su masa —equivalente a más de mil millones de soles— implicaría un crecimiento vertiginoso en una época en la que el universo apenas despertaba.
Si, por el contrario, se tratara de una enana marrón, sería el ejemplar más frío y lejano conocido, con una temperatura superficial de apenas 27 °C.
Sea cual sea la respuesta, Capotauro podría cambiar nuestra visión sobre los orígenes de las estructuras cósmicas.
El segundo descubrimiento del Webb nos lleva mucho más cerca, hasta la Gran Nube de Magallanes, una de nuestras galaxias vecinas. Allí, un equipo liderado por la astrónoma Marta Sewilo ha detectado por primera vez moléculas orgánicas complejas fuera de la Vía Láctea.
En torno a una joven protoestrella, conocida como ST6, se identificaron cinco compuestos orgánicos: metanol, etanol, formiato de metilo, acetaldehído y ácido acético, este último conocido por ser el componente principal del vinagre. Es la primera vez que se detecta ácido acético en forma de hielo más allá de nuestra galaxia, un hito que redefine el mapa químico del universo.
El hallazgo demuestra que los procesos químicos que dan origen a las moléculas de la vida pueden ocurrir incluso en entornos extremos, como los de baja metalicidad y alta radiación ultravioleta de la Gran Nube de Magallanes. Dicho de otro modo: las “semillas de la vida” podrían germinar en muchos más lugares de los que imaginábamos.
Estas moléculas se forman sobre diminutos granos de polvo interestelar, auténticos laboratorios cósmicos donde los átomos reaccionan lentamente bajo el frío del espacio. Esas mismas partículas pueden, con el tiempo, incorporarse a planetas en formación.
Ambos descubrimientos tienen algo en común: amplían los límites de lo posible.
Por un lado, Capotauro desafía las teorías sobre cómo surgieron las primeras galaxias. Por otro, las moléculas halladas en la Gran Nube de Magallanes nos recuerdan que la química de la vida puede surgir incluso donde todo parece hostil.
El James Webb no solo está revelando el universo con una nitidez sin precedentes; está conectando las piezas de nuestra propia historia cósmica. Cada nueva imagen y cada nuevo espectro son un recordatorio de que todavía estamos aprendiendo a mirar.
Iniciamos esta parte con la obligatoria simulación que ilustra la evolución de los planetas del Sistema Solar durante el mes de noviembre. Recordad que solo tiene finalidad representativa y no mantiene ninguna escala, ni en tamaño ni en distancia.
A Mercurio le va a dar algo. Lleva semanas corriendo de un lado a otro del cielo, intentando contentar a todos: los que trasnochan, los que madrugan, los que solo miran si hay algo que fotografiar. Pero ni siquiera alguien tan divinamente rápido como él puede estar en dos sitios a la vez. Así que, agobiado, ha decidido dividir la jornada: durante la primera quincena se deja ver al atardecer, entre los últimos destellos del Sol; después se toma un descanso —llamémoslo “conjunción inferior” o quizá su cita mensual con el psiquiatra— y reaparece, fresco y puntual, por el este, poco antes del amanecer.
No se le puede reprochar falta de esfuerzo: cumple con todos, aunque a ratos se le noten las ojeras bajo el casco alado.
Por el contrario, Venus va a exigirte mucho más “commitment” si quieres pasar algo de tiempo con ella. Durante este mes, su orto se producirá a lo largo del crepúsculo astronómico matutino, por lo que tocará madrugar un poco para verla. A cambio, nuestra diosa favorita nos recompensará con una imponente magnitud –4, que nos permitirá disfrutar de sus vistas de Lucero del Alba hasta que el Sol reclame su lugar en el cielo.
Algo ha debido ocurrir entre Marte y Venus. No se encuentran demasiado lejos en el cielo, pero tienen al Sol entre los dos. Conforme avance lo que resta del año, y el comienzo del que viene, se irán acercando cada vez más hasta encontrarse en conjunción el 8 de enero, aunque convenientemente ocultos por la luz solar. ¿Será que Hefesto anda cerca?
Mientras cotilleamos, durante este mes podremos vislumbrar brevemente a Marte en el ocaso vespertino.
Casi para confirmar que el Olimpo anda revuelto, Júpiter pasará buena parte de la noche presente en el firmamento, vigilando qué ocurre en el Panteón. Eso sí, como buen jefe tirano, tampoco se tomará demasiadas prisas: a primeros de mes no aparecerá por allí hasta casi la medianoche y se irá arrastrando perezosamente hasta alcanzar su máxima altura poco antes del amanecer.
Da la sensación de que no le va a gustar lo que encuentre, porque poco a poco irá adelantando su llegada, hasta situar su orto en las primeras horas de la noche y permanecer visible en el cielo hasta que la luz del amanecer lo oculte.
En lo tocante a las cuatro víctimas del sátrapa, dará igual lo que intenten. Pase lo que pase, parecen condenadas a orbitar eternamente en las inmediaciones de su depredador.
A continuación, os adjuntamos una tabla con las efemérides más importantes de las cuatro lunas galileanas, como ejemplo de lucha en su incansable batalla frente a su captor.
| 4 de Noviembre |
|---|
| 00:31, Tránsito de Ganímedes |
| 08:05 – 09:13, Eclipse de Ío |
| 09:02, Tránsito de la sombra de Calisto |
| 5 de Noviembre |
| 00:24, Tránsito de Calisto |
| 05:17 – 07:33, Tránsito de la sombra de Ío |
| 06:30 – 08:46, Tránsito de Ío |
| 07:11, Tránsito de la sombra de Europa |
| 6 de Noviembre |
| 02:33 – 03:41, Eclipse de Ío |
| 06:04, Ocultación de Ío |
| 23:45 – 02:01, Tránsito de la sombra de Ío |
| 7 de Noviembre |
| 00:58 – 03:14, Tránsito de Ío |
| 01:40 – 03:04, Eclipse de Europa |
| 06:54, Ocultación de Europa |
| 06:07 – 07:42, Eclipse de Ganímedes |
| 8 de Noviembre |
| 00:31, Ocultación de Ío |
| 9 de Noviembre |
| 01:47, Tránsito de Europa |
| 10 de Noviembre |
| 23:24, Tránsito de la sombra de Ganímedes |
| 11 de Noviembre |
| 00:56 – 04:15, Tránsito de Ganímedes |
| 12 de Noviembre |
| 07:10, Tránsito de la sombra de Ío |
| 08:20, Tránsito de Ío |
| 13 de Noviembre |
| 03:01 – 06:59, Ocultación de Calisto |
| 04:27 – 05:35, Eclipse de Ío |
| 07:54, Ocultación de Ío |
| 14 de Noviembre |
| 01:39 – 03:54, Tránsito de la sombra de Ío |
| 02:47 – 05:03, Tránsito de Ío |
| 04:13 – 05:38, Eclipse de Europa |
| 15 de Noviembre |
|---|
| 02:21, Ocultación de Ío |
| 23:06 – 01:55, Tránsito de la sombra de Europa |
| 23:31, Tránsito de Ío |
| 16 de Noviembre |
| 01:24 – 04:15, Tránsito de Europa |
| 18 de Noviembre |
| 00:12 – 03:23, Tránsito de la sombra de Ganímedes |
| 04:36 – 07:55, Tránsito de Ganímedes |
| 19 de Noviembre |
| 09:04, Tránsito de la sombra de Ío |
| 20 de Noviembre |
| 06:21 – 07:29, Eclipse de Ío |
| 21 de Noviembre |
| 03:01 – 06:35, Tránsito de la sombra de Calisto |
| 03:32 – 05:48, Tránsito de la sombra de Ío |
| 04:35 – 06:52, Tránsito de Ío |
| 06:47 – 08:11, Eclipse de Europa |
| 22 de Noviembre |
| 00:50 – 01:57, Eclipse de Ío |
| 04:09, Ocultación de Ío |
| 23:02 – 01:19, Tránsito de Ío |
| 23 de Noviembre |
| 00:16, Tránsito de la sombra de Ío |
| 01:42 – 04:32, Tránsito de la sombra de Europa |
| 03:49 – 06:40, Tránsito de Europa |
| 22:36, Ocultación de Ío |
| 25 de Noviembre |
| 00:54, Ocultación de Europa |
| 04:10 – 07:22, Tránsito de la sombra de Ganímedes |
| 08:11, Tránsito de Ganímedes |
| 27 de Noviembre |
| 08:15 – 09:23, Eclipse de Ío |
| 28 de Noviembre |
| 05:25 – 07:41, Tránsito de la sombra de Ío |
| 06:22 – 08:39, Tránsito de Ío |
| 09:20 – 10:45, Eclipse de Europa |
| 29 de Noviembre |
| 01:10, Ocultación de Ganímedes |
| 02:44 – 03:51, Eclipse de Ío |
| 05:57, Ocultación de Ío |
| 22:55, Ocultación de Calisto |
| 23:54 – 02:09, Tránsito de la sombra de Ío |
| 30 de Noviembre |
| 00:49 – 03:05, Tránsito de Ío |
| 04:19 – 07:08, Tránsito de la sombra de Europa |
| 06:11 – 09:02, Tránsito de Europa |
Este mes, Saturno aguanta todavía en lo alto del cielo, como si se negara a abandonar su puesto. Culmina durante la primera parte de la noche, dominando el firmamento cuando la oscuridad aún es joven. Pero su reinado se acorta día a día: conforme avanza noviembre, el viejo titán desaparece antes, y aunque parece adelantar su llegada para conservar su supremacía, invariablemente también termina por anticipar su retirada.
El relevo, sin embargo, ya se anuncia por el este. Júpiter asciende despacio, puntual, dispuesto a ocupar su lugar. La escena es casi una repetición celeste del viejo drama familiar: Cronos en retirada mientras su hijo se abre paso. Desde la cima, el titán parece emprender la fuga antes de que el nuevo dios reclame el trono.
Y mientras tanto, Urano, a su bola. Este mes se pasea por el cielo de principio a fin, visible toda la noche y culminando justo a mitad de camino, solo para dejar claro quién manda aquí. Desde su trono azul, mira de reojo a los demás y suelta algo así como: “qué pereza vuestros dramas; esto es el firmamento y aquí mando yo, ¿estamos?”.
Y por si faltaba alguien, aparece Neptuno. Tarde, claro, pero con toda la calma del que sabe que sin él no hay función. Su recorrido copia el de Saturno, solo que un poco más atrás, como si esperara a que el viejo se quite de en medio antes de salir. Culmina después y se esconde también más tarde, dejando claro que puede llegar el último… y seguir mandando cuando todos los demás ya se han ido.
¿Demasiadas liras y flautitas? ¿Se os está haciendo cuesta arriba tanto mito y tan poca tabla? Vale, vale… volvamos a terreno firme. Aquí tenéis las curvas de visibilidad planetaria de noviembre: limpias, precisas y predecibles, como un reloj suizo sin ganas de soñar.
Algunos encuentran paz en los números, otros en las historias. Cada cual se consuela como puede. Al final, lo importante es mirar hacia arriba, aunque sea solo para comprobar que el cielo sigue haciendo lo que se espera de él.
Finalmente parece que el cometa C/2025 A6 (Lemmon) está cumpliendo con los mejores pronósticos y tras sobrevivir al perihelio ha alcanzado magnitud 4, lo que está permitiendo su observación a ojo desnudo en cielos oscuros. Parece que su nivel de brillo se ha estabilizado, por lo que ahora mismo es el mejor candidato posible. Por otro lado es importante tener en cuenta que ya aparece muy bajo en el horizonte y está perdiendo altura rápidamente, por lo que para finales de mes ya no será posible observarlo.
Mientras tanto os animamos a que disfrutéis de él y si es posible intentéis fotografiarlo, ya que en la actualidad presenta una hermosa cola que podría llegar a apreciarse en las fotografías dependiendo de la distancia focal del objetivo que empleéis y el tiempo de exposición.
A comienzos de noviembre el cometa se situará entre las constelaciones Caput Serpens y la zona central de Ophiuchus, conforme avancen los días cruzará rápidamente por el centro de esta constelación en dirección Scorpius
A continuación os adjuntamos la carta de localización. Si tenéis pensado intentar observarlo o fotografiarlo os recomendamos que lo hagáis lo antes posible, ya que las condiciones de observación, sobre todo por la altura y la interacción con la atmósfera van a empeorar rápidamente con el paso de los días.
Noviembre presenta un buen número de lluvias de meteoros, mayoritariamente de baja intensidad, aunque no por ello menos interesantes. Aquí os dejamos las que a nuestro parecer son las más relevantes.
Originadas por el cometa P1/Encke, en realidad proceden del mismo enjambre que se ha dividido en dos ramificaciones debido a las perturbaciones gravitacionales de Júpiter. De las dos lluvias de meteoros la más intensa es la de las Táuridas Sur, que extiende su actividad entre el 10 de septiembre y el 20 de noviembre. Curiosamente presenta tres picos de actividad; los días 10 de octubre, 1 de noviembre y 15 de noviembre.
Las Táuridas del norte son activas entre el 20 de octubre y el 10 de diciembre. Su máximo previsto es el 12 de noviembre.
Ninguna de las dos lluvias de meteoros son muy activas (THZ 5) pero son interesantes debido a su baja velocidad, que produce meteoros muy brillantes y fáciles de ver debido a su larga duración, siendo relativamente frecuente la formación de bólidos. Tienen el radiante en la constelación de Taurus.
Producidas por los restos del cometa Tempel-Tuttle, tienen actividad entre el 6 y el 30 de noviembre, con el máximo el día 18 y una THZ variable de 5-20, aunque cada 33 años, coincidiendo con el máximo acercamiento del cometa al Sol, pueden tener una actividad propia de tormentas de meteoros. Son meteoros rápidos, ya que la Tierra atraviesa el enjambre “de frente”, y muestran un color rojizo con estelas verdes persistentes. El radiante se encuentra en la constelación de Leo.
Es una lluvia recientemente documentada de la que se conoce bastante poco. Tiene actividad entre el 15 y el 25 de noviembre, con el máximo el día 21. Su actividad es variable y habitualmente discreta con THZ 5, aunque ha producido dos explosiones meteóricas con THZ 400 en tan sólo unos minutos. El radiante se encuentra en la constelación de Monoceros.
Lluvia menor con THZ de 3, presentan actividad entre el 14 de noviembre y el 6 de diciembre, con el pico de actividad el 28 de noviembre. Son meteoros de velocidad media/alta con el radiante localizado en la parte superior de la constelación de Orión.
| Sábado, 1 de noviembre |
| Venus 4° al N de Espiga |
| Domingo, 2 de noviembre |
| La Luna 4° al N de Saturno |
| Lunes, 3 de noviembre |
| Mercurio 4° al S de Graffias |
| Miércoles, 5 de noviembre |
| Luna en perigeo |
| Luna llena |
| Victoria en oposición |
| Jueves, 6 de noviembre |
| La Luna 5° al N de Urano y 0,6° al N de Alcíone (Ocultación) |
| Sábado, 8 de noviembre |
| La Luna 0,5° al S de Elnath (Ocultación) |
| Domingo, 9 de noviembre |
| Marte 2° al S de Graffias |
| Mercurio estacionario en ascensión recta |
| Lunes, 10 de noviembre |
| La Luna 4° al N de Júpiter |
| Martes, 11 de noviembre |
| Júpiter estacionario en ascensión recta |
| Miércoles, 12 de noviembre |
| Cuarto menguante |
| La Luna 1,0° al N de Régulo (Ocultación) |
| Mercurio 1,3° al S de Marte |
| Sábado, 15 de noviembre |
| Mercurio 2° al S de Graffias |
| Lunes, 17 de noviembre |
| La Luna 1,1° al S de Espiga (Ocultación) |
| Máximo de las Leónidas |
| Miércoles, 19 de noviembre |
| La Luna 6° al S de Venus |
| Máximo acercamiento de Mercurio a la Tierra |
| Venus 0,8° al N de Zuben el Genubi |
| Jueves, 20 de noviembre |
| Luna nueva en apogeo |
| Mercurio en conjunción inferior con el Sol |
| Viernes, 21 de noviembre |
| La Luna 0,3° al S de Antares (Ocultación) |
| Urano en oposición |
| Sábado, 22 de noviembre |
| Urano 4° al S de Alcíone |
| Domingo, 23 de noviembre |
| Mercurio en perihelio |
| Lunes, 24 de noviembre |
| La Luna 1,0° al S de Nunki (Ocultación) |
| Martes, 25 de noviembre |
| Mercurio 1,1° al N de Venus |
| Viernes, 28 de noviembre |
| Cuarto creciente |
| Júpiter 7° al S de Pólux |
| Sábado, 29 de noviembre |
| La Luna 4° al N de Saturno |
| Saturno y Mercurio estacionario en ascensión recta |
| Domingo, 30 de noviembre |
| La Luna 3° al N de Neptuno |
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