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Carrito

Los planetas clásicos

Ya desde la civilización Sumeria (3800 AEC a 2000 AEC) se conocen los llamados planetas clásicos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Y esto es debido a que se pueden ver a simple vista como “estrellas” que se mueven con respecto al resto de estrellas. A continuación los símbolos sumerios y su correspondencia en distintas culturas.

Símbolo Sumerio Griego Romano
Nabu Hermes Mercurio
Isthar Afrodita Venus
Nergal Ares Marte
Marduk Zeus Júpiter
Ninurta Crono Saturno

“Planeta” deriva de latín planeta y a su vez este del griego πλανήτης (‘planētēs‘) que significa errante o vagabundo. Esto se lo de debemos a Claudio Ptolomeo y su teoría geocéntrica, en la cual diferenciaba las estrellas que poseían un movimiento circular y predecible de las “estrellas errantes”, que no seguían una trayectoria predecible o cíclica.

El descubrimiento de Urano ⛢

William Herschel, por Lemuel Francis Abbott (1760 – 1802)

La historia de nuestro Sistema Solar estuvo más o menos tranquila hasta que, el 13 de Marzo de 1781, Sir William Herschel observó cerca de la estrella ζ Tauri (Zeta Tauri) lo que él reportó como una “estrella nebulosa” o “quizá un cometa”.

Busqué el cometa o estrella nebulosa y he descubierto que es un cometa puesto que ha cambiado de lugar


RAS MSS Herschel W.2/1.2, 24, citado en Miner p. 8

De hecho, así se lo hizo saber a la Royal Astronomical Society, cuando presentó su descubrimiento:

El aumento que tenía puesto cuando vi por primera vez el planeta era de 227. Por mi experiencia sé que los diámetros de las estrellas fijas no se magnifican proporcionalmente en aumentos mayores, como hacen los planetas, por tanto ahora coloco los aumentos de 460 y 932, y creo que el diámetro del cometa ha incrementado en proporción a los aumentos, como debería ser suponiendo que no se tratase de una estrella fija, mientras que los diámetros de las estrellas con las que la he comparado no han incrementado con la misma proporción.

Además, como el cometa estaba aumentado mucho más de lo que daba su luz, aparecía borroso y poco definido con esta magnificación, mientras que las estrellas conservaban el lustre y definición que sabía de muchos miles de observaciones que conservarían. Los acontecimientos posteriores han mostrado que mis suposiciones eran bien fundadas, demostrando que es el cometa que hemos observado últimamente.


Journal of the Royal Society and Royal Astronomical Society 1, 30; citado en Miner p. 8

Se confirma que Urano es planeta

No fue hasta 1783 cuando William Herschel reconoce en una carta a Joseph Banks, presidente de la Royal Society, que el nuevo objeto era un planeta:

Según la observación de los astrónomos más eminentes de Europa parece que la nueva estrella, que yo tuve el honor de señalarles el marzo de 1781, es un Planeta Primario de nuestro Sistema Solar.

Dreyer, J. L. E., (1912). The Scientific Papers of Sir William Herschel 1. Royal Society and Royal Astronomical Society. p. 100. ISBN 1843710226.
Réplica del telescopio utilizado por Herschel para el descubrimiento de Urano.

El origen del nombre de Urano

William Herschel nombra el nuevo planeta en honor al Rey Jorge III como Georgium Sidum (estrella de Jorge). Pero dicho nombre no trasciende más allá de Inglaterra. Por otro lado, J.J, L. de Lalande, en Francia, nombra al nuevo planeta como Herschel, en honor a su descubridor y amigo, y lo describe así;

 

«un globe surmonté par la première lettre de votre nom»

(«un globo coronado por la primera letra de su apellido»)

Francisca Herschel (1917). «The meaning of the symbol H+o for the planet Uranus». The Observatory enlace

Pero no fue hasta que el alemán Johan Elert Bode (¿os suena la Galaxia de Bode?), al que le dedicaremos un artículo para él solo que bien lo merece, nombra al nuevo planeta como Urano, padre de Crono o su equivalente Romano, Saturno. Este era el nombre más lógico, ya que si Saturno era el padre de Júpiter, el nuevo planeta debiera ser el padre de Saturno.

El origen del Uranio

Ocho años después del descubrimiento del Planeta Urano, Martin Heinrich Klaproth, descubre un nuevo elemento químico con número atómico 92 y lo nombra en honor a dicho planeta como Uranio.

Y hasta aquí la primera parte de “Planetas Modernos”, podéis leer la siguiente parte en: Planetas Modernos II: Ceres

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