Skip to main content

Carrito

El Sistema Solar está formado por 8 planetas de diferentes colores. Sin embargo, lo que vemos con nuestros ojos a través del telescopio no coincide con las fotografías que vemos en Internet. Entonces, ¿de qué me puedo fiar? ¿de qué color son REALMENTE los planetas? 

Para contestar a esa pregunta hay que empezar con una afirmación demoledora: no podemos hablar de “color real”. El color de los objetos depende de la luz que refleja y varía según el receptor que capte dicha luz. Además, en el espacio, la luz llega de forma distinta a como estamos acostumbrados en la Tierra, por lo que responder a la pregunta “¿de qué color son los planetas?” se complica. 

Primero, hay que recordar que nuestra visión está limitada por el “espectro visible”, es decir, la parte del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir y traducir en los distintos colores. Las radiaciones electromagnéticas tienen distintas frecuencias y nuestro ojo solo es capaz de percibir el segmento correspondiente a las longitudes de onda entre 380 y 750 nanómetros aproximadamente. Pero existen otras longitudes de onda que nuestro ojo no es capaz de captar, por ejemplo, la luz infrarroja y la luz ultravioleta. 

Entonces, ¿nuestros ojos nos engañan y tenemos que fiarnos de las fotografías? La respuesta sigue siendo “no”…

Tratamiento de imágenes

Los planetas han sido fotografiados a través de telescopios terrestres, telescopios espaciales o sondas. Sin embargo, las fotografías astronómicas son, en general, sometidas a un tratamiento digital. Es decir, a menudo se utilizan filtros o se realizan procesados digitales para resaltar las distintas características de los planetas. De esta forma se consigue mejorar el conocimiento o la información que nos llega de los planetas, que sin estos ajustes no conseguiríamos. 

Pero, si no podemos determinar al 100% el color de un planeta por observación directa a través de un telescopio, pero tampoco podemos fiarnos de las fotografías, ¿significa que es imposible saber el color de los planetas? 

Y la respuesta vuelve a ser ¡no! Estas herramientas nos ayudan a deducir el color de los planetas y, a esto hay que sumarle que hay factores que conocemos y que influyen en el color. Por ejemplo, el hecho de que un planeta tenga o no atmósfera afectará a la luz y, por lo tanto el color, que percibimos. Por eso, aunque no podemos hablar del “color real”, juntando todas estas fuentes de información, sí podemos deducir cómo son los planetas del Sistema Solar. Aquí te describimos uno por uno.

Mercurio

Mercurio es el planeta más pequeño del Sistema Solar. Además, es el más cercano al Sol, por lo que es muy difícil fotografiarlo desde la Tierra. Las fotografías que tenemos, han sido realizadas desde naves espaciales, como la Mariner 10 (1973).  En 2018, se lanzó la misión BepiColombo para recopilar datos sobre este planeta y ¡ya ha captado algunas imágenes! 

La superficie de Mercurio se parece bastante a la de la Luna, rocosa, llena de cráteres y de color grisáceo. El planeta esta recubierto por una mezcla de grafito y material de origen volcánico, de ahí su color. Otra de las causas de ese gris es la (casi) ausencia de atmósfera.

Venus

Venus siempre ha destacado por su intenso brillo. Precisamente por eso se le conoce como “el lucero del alba”. Pero, ¿cuál es su verdadero color? 

Las fotografías de Venus nos muestran un tono amarillento. Sin embargo, el color que vemos es el que nos muestra su atmósfera, pero desconocemos el color de la superficie rocosa del planeta. Esto se debe a que, aunque Venus es un planeta rocoso, su densa atmósfera de dióxido de carbono, dióxido de azufre y nitrógeno nos impide ver su superficie. Pero, en teoría, sería de color grisáceo, al igual que la de Mercurio. 

Tierra

Todos hemos visto imágenes de la Tierra desde el espacio: una bola azul con franjas blancas.

El 70% de la superficie de nuestro planeta es agua, pero este color no solo se debe al agua, si no a que está envuelta en un aire denso y oxigenado.

La composición de la atmósfera terrestre, junto con las nubes, ayudan a difundir la luz solar y absorber las franjas amarillas y rojas. 

Marte

El conocido como “planeta rojo” es uno de los puntos más brillantes en el cielo nocturno. Nuestro vecino tiene una atmósfera muy pobre formada por dióxido de carbono principalmente, lo que hace que su superficie sea visible. El 70% del planeta está cubierto por desiertos, donde hay una gran presencia de óxido de hierro. Esto explica su coloración. 

Gracias a diferentes misiones, contamos con numerosas imágenes de Marte. Las últimas, y de mayor calidad, son las tomadas por los rovers Opportunity, Curiosity y Perseverance. Estas imágenes nos enseñan un suelo predominantemente marrón-amarillento más que rojizo. 

Júpiter

Nos metemos de lleno en los llamados planetas exteriores, compuestos básicamente por gases como el hielo y el hidrógeno. Júpiter, el gigante gaseoso, nos enseña grandes franjas marrones y bandas blancas. Esto se debe a la composición química de las nubes: fósforo, azufre y amoníaco que se encuentran en la atmósfera de hidrógeno y helio. Además, Júpiter cuenta con la Gran Mancha Roja, que va variando a lo largo del tiempo, pasando de un color rojo intenso hasta un tono pálido. 

Por supuesto, hay que hablar de las imágenes de la sonda Juno,  que revelan también la existencia de un tono azul en el polo sur del planeta. 

Saturno

Saturno cuenta con una atmósfera formada principalmente por hidrógeno y helio, con trazas de amoníaco y de fósforo. Esta mezcla hace que el planeta cuente con franjas, como las de Júpiter, pero de un color más homogéneo, dando como resultado un tono ocre y amarillo pálido. 

Los anillos de Saturno son, mayoritariamente, de color azul claro, aunque se pueden encontrar tonos rojizos y turquesas. Esto se debe a que están formados esencialmente por hielo.

Urano

Urano está formado de hidrógeno, helio, amoniaco, agua, ácido sulfhídrico y otros compuestos.

Su atmósfera está compuesta de gas metano y deja pasar la luz roja y amarilla del Sol, reflejando la luz azul y devolviéndola al espacio.

Esto le da su particular color azul, como se puede apreciar en las fotografías de la sonda Voyager y el telescopio Hubble. 

Neptuno

Por último, Neptuno es muy similar a Urano. Su atmósfera está compuesta de helio y gas, con un alto contenido a metano.

La diferencia es que, en este planeta, el color es mucho más intenso. Esto se debe a que tiene una proporción mayor de estos componentes (que absorben más luz roja) y, por supuesto, a su distancia con el Sol. Es decir, al estar más alejado de la luz solar, el planeta nos muestra un azul más oscuro. 

Y, de este modo, contestaríamos a la pregunta “¿De qué color son los planetas?”. La respuesta no es corta, pero esperamos que sirva para comprender y mirar de otro modo a nuestros vecinos del Sistema Solar. 

Si quieres conocer más acerca de los planetas, pásate por nuestros artículos “El Sistema Solar a escala” y “¿Cuánto dura un día y un año en cada planeta del Sistema Solar?”. ¡Espero que te gusten!

Todas las fotografías de este artículo son de NASA Solar System Exploration.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.